Ya comenzó, y con buen pie, la temporada alta de cruceros en Cuba para este 2016. En los primeros días de noviembre inauguró este período el buque Europa 2, proveniente de Alemania con 420 pasajeros a bordo. El puerto De Santiago de Cuba recibió a la embarcación este 8 de noviembre.
Muchos viajantes se acogieron a la oferta de excursiones diurnas que ofrece la agencia de viajes de la empresa nacional Cubanacán, en los alrededores de la ciudad de Santiago, con recorridos por diferentes sitios de interés histórico y patrimonial entre los que se encuentran el museo Castillo del Morro San Pedro de la Roca, la casa de la Trova y el Museo de Ambiente Histórico Cubano.
Otros prefirieron establecer su propio itinerario que contará sin duda con la vista a sitios privados tales como restaurantes, cafeterías y lugares nocturnos privados.
Y si de cruceros se trata, una de las más famosas compañías italianas, la MSC Crociere ya ha presentado sus propuestas a Cuba para los meses de julio y agosto de 2017. Como novedad, la empresa de buques que recientemente comenzó a negociar con la isla propone a su buque inteligente de última generación MSC Meraviglia.
Además, el MSC Opera, primer barco de esa firma en tocar costas cubanas ofrecerá a sus clientes la oportunidad de viajar al país caribeño durante todo el año, con La Habana como puerto principal.
De acuerdo con Emiliano González, Director General de MSC Cruceros en España, Cuba y el Caribe constituyen un destino perfecto para quienes disfrutan del clima cálido y de la vida cultural. La mayor de las Antillas ofrece a los visitantes una rica mezcla de tradiciones.
El turismo de cruceros, una modalidad de reciente aplicación en Cuba contribuye al crecimiento del sector privado en la Isla, fundamentalmente de los establecimientos cercanos a las terminales de buques.
Los visitantes se muestran muy interesados en recorrer las ciudades en taxis privados y en conocer los establecimientos gastronómicos que gracias al esfuerzo de los emprendedores cubanos gozan de una calidad comparable con sus similares a escala mundial.
Por María Carla Álvarez
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