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La Fabada de Marieta

Por María Hernández

La Fabada de Marieta es el nombre de una taberna recién abierta, asignada a cuentapropistas en el corazón de Santiago de Cuba, como parte del proyecto de reanimación de la Calle Enramadas, que dirige la Oficina del Conservador de la Ciudad, a fin de guardar el patrimonio arquitectónico de la urbe milenaria.

Para Marieta, que también se llama su anfitriona se trata de un compromiso inmenso con las autoridades de la provincia, según declaro al periódico local Sierra Maestra. “Me confiaron llevar a los santiagueros una parte de la tradición culinaria española. Es que el transeúnte que va por Enramadas tenga la oportunidad de probar uno de los platos que identifican a la cultura europea que heredamos, y lo haga con gusto y deseo de volver”.

Entonces, el plato recomendado de la singular taberna santiaguera es la fabada, que consiste en un guiso de frijoles blancos con tocino, chorizo, jamón. Aunque el secreto de cómo prepararla está en las manos de sus cocineros, otras ofertas atrapan a los clientes que  degustan platos como el cocido de garbanzos, puré de San Germán y otras variedades muy populares en la cocina criolla.

Desde que abrió sus puertas al público, el 30 de diciembre de 2015, La Fabada de Marieta ofrece también servicios para quienes prefieren la comida ligera. En su patio se oferta un servicio de bufet para consumir y para celebraciones, dulces finos y los típicos caseros en almíbar para los que también la excelente repostera les pone el buen punto que heredó de sus abuelas y tías.

De acuerdo con el artículo publicado por el rotativo Sierra Maestra, junto a Marieta trabajan otras nueve personas, quienes con gran sentido de pertenencia hacen llevar hasta la mesa un plato que satisfaga los gustos de los más exigentes.

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Fabada Asturaiana

Además de otras entidades, el Ministerio de la Agricultura tiene el compromiso de proveer los frijoles blancos para la fabada, algo que lamentablemente no se cumple con regularidad, de acuerdo con un artículo reciente publicado por el más importante periódico de Santiago de Cuba.

En la década de los años 30 del pasado siglo, en Enramadas y Padre Pico, lugar que ocupa la taberna, fue construido un hostal y luego el local de la céntrica intersección se convirtió en una Casa Disquera.

También fue propiedad de Empresa de Proyectos de Arquitectura, fue transformado en comedor de la Industria Alimentaria y sirvió como locación para la filmación de la película “Nosotros y la música”, así que historia le sobra.

Con una inversión que superó los 320 mil pesos Marieta, tuvo a su cargo la difícil tarea de reconstruir desde los escombros lo que hoy es la popular taberna, donde muchos clientes, sobre todo, jóvenes, prueban por primera vez el famoso plato que solo conocían por historias escuchadas de sus abuelos.

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