Almendrones. Sus diferencias marcadas

Almendrones

Por Denisse Cortinas

¿Momias rodantes o lujosos autos antiguos?

Los automóviles más comunes en Cuba, sobre todo en La Habana, son los llamados Almendrones, que continúan en pie casi un siglo después de su fabricación. Muchos de ellos conservan algunas de sus piezas originales y tienen tal nivel de conservación que lucen como si hubiesen sido sacados a la venta recientemente.

Sin embargo, entre los Almendrones existen categorías particularmente marcadas, las cuales se basan en el uso que se les da a estos. La mayoría son utilizados por sus propietarios como taxis privados, pero en dependencia de su calidad, estética y tarifas, varían los clientes.

Los más lujosos, de colores brillantes y muchas veces descapotables, son rentados por extranjeros y sus precios son en dólares, o cuc. Es frecuente encontrarlos en los alrededores de La Habana Vieja donde ofrecen recorridos fijos, por lugares históricos o tradicionales de la ciudad como la Plaza Vieja, el Museo del Ron, el Capitolio, el malecón habanero, entre otros. En ocasiones realizan carreras por encargo, con tarifas superiores al recorrido anteriormente mencionado, las cuales son ajustables.

Esos ofrecen la imagen más comercial de los Almendrones, que ha sido recientemente difundida por su utilización en los fragmentos de la película Rápido y Furioso que fueron filmados en Cuba, así como en el desfile de Chanel, una de las más reconocidas marcas en el mundo de la moda, que como parte de su presentación en el país caribeño se encargó de pasear a sus modelos por toda la ciudad en automóviles como esos.

Están, asimismo, aquellos que el dueño no ha tenido el presupuesto para mantener en tan buen estado y que se utilizan para la transportación de pasajeros nacionales. Estos tienen tarifas y recorridos fijos y en pesos cubanos, de manera que no es el taxista quien se acoge al lugar que va el cliente, sino viceversa. Además, en un recorrido van tantas personas como quepan en al auto, aunque vayan o no juntas. Los clientes en muchas ocasiones se quejan del olor a petróleo o el ruido que hacen esos vehículos al andar por las calles.

Yasmani, conductor del más común de los almendrones confiesa que le gustaría dedicarse a rentar su auto a extranjeros, pero que requiere de un presupuesto para una inversión inicial con el que no cuenta. “Para mí sería lo mejor. Ese viaje constante de La Habana a Playa (municipios habaneros) destruye el carro y gasta más combustible. Además con una sola carrerita a los extranjeros gano lo mismo que con 20 a los cubanos. Pero para eso debo hacerle remodelaciones, cambiar piezas, ponerlo de lujo, y ahora mismo no puedo.”

El servicio de taxi que brindan los Almendrones, es una de las más populares actividades por cuenta propia que se realizan en Cuba. El hecho de que existan diferentes categorías, tarifas y recorridos, es una expresión del desarrollo del sector privado en La mayor de las Antillas y su especialización.