Desde el propio inicio del mes de mayo los emprendedores se prepararon para engrosar sus arcas con creaciones de todo tipo, con la certeza de que para Mamá los cubanos no escatiman y echan palante hasta el último centavo.
Días de las madres en Cuba
Como ya es tradicional, el segundo domingo del mes de las flores y la lluvia es el climax para muchos vendedores por cuenta propia que hacen gala de su originalidad y preparan desde vinos dulces, flores de diveros materiales, hasta postales de variados tamaños y colores con los más disímiles mensajes de amor hacia la progenitora.
Al igual que en cualquier punto donde cuentapropistas y artesanos tienen autorizadas sus ventas, la Habana Vieja fue uno de sus escenarios y ni cortos ni perezosos los artesanos y otros cuentapropistas plantaron sus tarimas para vender sus nuevas creaciones de postales a tono con la fecha.
Específicamente, frente al afamado restaurante El Floridita ocuparon espacios vendedores que desbordaron originalidad para ofertar sus tarjetas de felicitación al precio de 1 cuc.
En La Habana, dulcerías privadas como La bruja de mi suegra, Tamys Cake, Almendrade y muchas otras, se llenaron de largas filas de hijos, nietos, esposos, sobrinos y hasta amigos que optaron por las tradicionales tartas de ricos sabores para regalar a las mujeres de la familia.
Restaurante, paladares y cafeterías abrieron sus puertas para recibir a las madres, esposas, tías y hasta aquellas que aún llevan en su vientre al hijo por nacer, y se repletaron desde el día antes como pocos fines de semana del año para ofrecer lo mejor de su cazuela a quienes optaron por no entrar a la cocina el Día de las Madres.
Amén de las decenas de miles de iniciativas, este domingo de mayo fue para muchos la ocasión de dar a la madre ese abrazo tierno que por la premura de la vida se olvida a veces. Para aquellas que se han ido y para las futuras mamás nuestro homenaje y eterno amor. “Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene”, dijo José Martí.
Por Sandra Valle
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