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El Callejón de Hamel

Por: Denisse Cortinas

Un pintoresco lugar se localiza en el municipio Centro Habana de la capital cubana. En ese pequeño espacio donde convergen cultura, tradición, religión y arte hay instalados más de 5 negocios por cuenta propia que ofrecen a los visitantes una variada gama de servicios.

El Callejón de Hamel, nombre que recibe el curioso pasaje que comunica dos calles de la barriada de Cayo Hueso, fue creado hace más de 25 años por el pintor y escultor cubano Salvador González y contiene el primer mural en la vía pública dedicado a la cultura afrocubana.

Constituye desde su fundación un centro cultural comunitario donde se realizan festivales en los que participan niños y residentes de la zona. Es escenario frecuente de espectáculos en los que participan importantes agrupaciones y figuras destacadas como: Merceditas Valdés, Celeste Mendoza, Yoruba Andabó, Clave y Guaguancó ,entre otras.

Centro Habana.

El Callejón de Hamel en La Habana

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El Callejón de Hamel. Centro Habana

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El Callejón de Hamel. Cuenta Propia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por el atractivo que despierta el lugar en los turistas que visitan la zona, varios de sus vecinos han decidido abrir negocios por cuenta propia. Uno de ellos, es el puesto de venta de discos de música tradicional cubana, casi a la entrada del callejón.

“No se trata solamente de vender música, sino que nosotros defendemos y difundimos las obras de nuestros compositores para que sean reconocidas en el exterior”. Es la visión que sobre su trabajo tiene Maribel, una de los dos propietarios de ese negocio. Ella se siente feliz por poder vender sus discos a los turistas que se acercan al sitio.

Kiki, el otro dueño, manifestó que la venta de discos a precios accesibles a los turistas resulta un negocio rentable, lo que les ha permitido mantenerse en él durante 4 años. Además agregó que el éxito de su negocio radica en el trabajo constante y la amabilidad con la que se dirige a los compradores.

Otra de las atracciones de las que pueden disfrutar quienes pasean por el callejón es el restaurante de comida criolla: El barracón de Hamel, que ofrece sus variadas propuestas gastronómicas y recibe a sus invitados con una bandera cubana pintada en la entrada.

También resulta peculiar la existencia de un bar con coloridas sillas y mesas que acoge a quienes deseen parar allí a descansar o disfrutar de una refrescante bebida con originales carteles de bienvenida escritos en diferentes idiomas y dibujados sobre antiguos neumáticos.

Otros establecimientos que se pueden apreciar en el auténtico sitio son el puesto de ventas de yerbas curativas y el estudio- taller situado casi al final del callejón.

Un toque de autenticidad le dan al Callejón de Hamel las esculturas distribuidas por toda el área que han sido elaboradas a través de la reutilización de elementos, como bañaderas, bicicletas y muchos más.

Caminando topamos con personas vestidas con los trajes representativos de los personajes de la religión Yorubá, quienes ofrecen a los visitantes explicaciones sobre el origen de esos dioses de la cultura popular, así como sus bailes típicos.

La combinación de pinturas, esculturas, música e idiosincrasia cubana en general con el acompañamiento de esos negocios por cuenta propia asentados discretamente, sin afectar el sincronismo del singular lugar hacen del Callejón de Hamel un rincón verdaderamente atrayente.

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