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Ciudad Deportiva. La Habana

Por Richard Adnisel

La política, el deporte y la música, ejercicios de pensamiento que muchas veces se desafían entre sí, convergen este mes en Cuba para reforzar el carisma de la isla en el escenario mundial.

Me refiero a la visita del presidente Barack Obama, el juego de béisbol entre una selección nacional y el equipo de la MLB Tampa Bay y finalmente el macro -concierto de los Rolling Stones, la banda de rock en activo más importante de la actualidad.

Tres joyas noticiosas que ya colocan a este pequeño país caribeño en la cima del interés de la comunidad mundial. Cada uno de estos eventos coincide en la semana que comienza el 20 de marzo y los tres tendrán como escenario a la capital cubana

Obama y su numerosa comitiva  desembarcarán el domingo 20, según el periódico Granma, mientras que el partido de pelota será el martes 22 en el remozado y embellecido Estadio Latinoamericano. A su vez, las Piedras Rodantes se presentarán en un fabuloso escenario que para la ocasión se levanta en un área al aire libre de la conocida Ciudad Deportiva.

Ante tales eventos, la efervescencia de la población habanera es palpable. Cada uno de estos  es objeto de debate y comentarios lo mismo en la prensa, que en los centros de trabajo o estudio y en cualquier espacio público.

Al mismo tiempo en la ciudad-capital, se percibe un cada vez mayor número de visitantes extranjeros que se mueven por sus calles a pie, en coches de caballo, en viejos autos descapotable y hasta en bicicletas. Cada uno tratando  de ser también  testigos de la historia

Es el clímax de la popularidad de una ciudad y un país que hoy se abre al Mundo en un proceso que comenzó  quizás, con la visita del Papa Juan Pablo Segundo en 1998, pero que catalizó a partir del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 2014.

En el plano más íntimo, muchos negocios esperan hacer su agosto durante estas jornadas. Lo mismo estatales que privados. En el rubro de la gastronomía y el hospedaje, ninguno da abasto, y por lo mismo se complementan en una simbiosis nunca antes pensada.

Solo los equipos acompañantes de las figuras principales que vendrán a partir del día 20 a Cuba incorporan cada uno a la rutina diaria de la ciudad a unas 3 mil personas para comer, dormir y moverse. Estos se suman a los cientos de miles de turistas que medran a la espera de los acontecimientos, más otros miles que arribarán en los próximos días.

La Habana recibió en enero a unos 400 mil visitantes, un rercord. Las cifras de febrero no han sido aún dadas a conocer, pero todo hace pensar que ese volumen se mantuvo o aumentó.

No es fácil ahora mismo alquilar una habitación o rentar un auto. Madriña, una activa cuarentona dueña de una casa- hospedaje del barrio de Miramar confirmó a este periodista que desde finales de diciembre no tiene vacantes. Ella alquila seis cuartos de una misma mansión y da servicio de desayuno y cena al que lo desee. Estoy contenta por lo gano, pero agotada, me dice sonriente.

Igual que Madriña,  los dueños de negocios de similar o diferentes rubros se benefician también de este espectacular boom del turismo. Y en un entorno de prosperidad, hasta los menos favorecidos o sin vínculos directos con el negocio tienen sus satisfacciones. En este punto cabe aquello de que si no te mojas, al menos te salpicas.

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