Por María Carla Álvarez.
Recientemente fue noticia en Cuba el cierre del mercado Mayorista de productos agropecuarios El Trigal, en La Habana, y de igual forma la disolución de la cooperativa que se encargaba de la dirección de ese sitio. Entre las razones fundamentales de su clausura estuvieron las violaciones relacionadas con corrupción, ilegalidades, malos manejos y falta de control.
La noticia causó pesadumbre en toda la capital, por tratarse del único establecimiento de su tipo en el país. Esa entidad comercial abrió sus puertas en el año 2013 y desde entonces no solo ha constituido una vía para que la población habanera compre los alimentos agrícolas por un precio muy inferior a su normal importe en los mercados, sino que se convirtió en la fuente proveedora de comerciantes privados.
A partir de la toma de esa medida se vieron afectados numerosos vendedores de productos agrícolas en puntos de venta y quioscos (nombre que legalmente reciben esos trabajadores por cuenta propia), pues al no ser productores directos, vieron agotada sus vía de suministro. Entonces, quedaron sin trabajo.
Julián, quien trabaja como carretillero en el municipio capitalino de 10 de Octubre expresa preocupación por la nueva regulación. “Ahora las cosas se pusieron difíciles”-expresó- Constantemente los inspectores vienen para saber de dónde provienen los productos que ofertamos. Además contamos con mucha menor variedad, pues al quedarnos sin el mayor proveedor se dificulta la obtención de viandas y hortalizas y esto hace que perdamos clientes y que las personas se acerquen más a los mercados topados con precios dispuestos por las autoridades del país.
Por su parte, Helena López, quien tiene un restaurante en la misma localidad expresó que también para muchos de los que tienen negocios privados constituye una desventaja.-“Mi esposo semanalmente iba al Trigal y volvía con el camión lleno de viandas y vegetales, que además de servir para el consumo del hogar se utilizaban para garantizar los insumos del restaurante. Ahora tendremos que buscar otras alternativas.
El cierre de El Trigal hasta el momento tiene un carácter temporal. En tanto no se restablezcan sus servicios, los medios de transporte que lo abastecían se dirigirán a la red de mercados minoristas de La Habana.
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