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La importancia del desarrollo del sector privado y la inversión extranjera para el crecimiento de la economía nacional

A finales del pasado año más de medio millón de personas en Cuba aparecían registradas como trabajadores privados. Las estadísticas al respecto para este 2016 ofrecerán, sin dudas, resultados mucho mayores, pues el incremento en la cantidad de negocios de ese tipo es notable en todo el país.

La mayor cantidad de patentes, de acuerdo con el Ministerio Cubano del Trabajo y la Seguridad Social, es solicitado por propietarios de restaurantes, pizzerías y cafeterías; seguidos por quienes poseen vehículos autorizados para la transportación de pasajeros (reconocidos como boteros) y en tercer lugar quienes se dedican a rentar habitaciones o casas.

Para ser dueño de un negocio en el país caribeño se requiere obligatoriamente ser ciudadano cubano. No está permitido para visitantes extranjeros o residentes temporales. Sin embargo, esto no implica que empresarios foráneos no puedan vender sus productos en el territorio nacional, o establecer su firma, pero deben hacerlo a través del Estado, pues solo sus empresas poseen licencia de importación.

Existen diferencias en cuanto a las condiciones necesarias entre un empresario extranjero que se encuentre interesado en vender sus productos en Cuba y quien quiera crear una empresa para fabricar las mercancías dentro del país. En el primero de los casos es necesario tener en cuenta dos parámetros fundamentales:

1-Si se trata de un extranjero que viaja periódicamente a la nación caribeña por motivos comerciales no necesita la obtención de un permiso de trabajo, y solamente requiere de un visado comercial, el cual puede obtener en el Consulado cubano más cercano a su ciudad de residencia. Este tipo de visado se otorga solamente a quienes ya tienen relaciones comerciales con el país.

En caso de que no existan vínculos comerciales previos, se debe solicitar un visado exploratorio, nunca, uno turístico.

2-Es necesario crear una sucursal de su empresa en Cuba, para lo que es indispensable llevar más de 3 años de relación comercial con la isla y tener un volumen de negocio superior a los 500 mil dólares anuales.

Resulta válido destacar que el gobierno cubano tiene como norma obligatoria que el número de ciudadanos nacionales contratado sea igual a la cantidad de extranjeros. Los trabajadores foráneos contratados requieren de un permiso que concede el Ministerio cubano de Trabajo.

En caso de que las intenciones del empresario sea crear una empresa en territorio cubano a fin de fabricar o producir bienes para su comercialización, es necesario aclarar que esta empresa será mixta, pues debe establecerse entre el inversor y una empresa estatal cubana.

Para su creación se necesitan autorizaciones al más alto nivel; deben tener como última firma la autorización del Consejo de Ministros. Luego de ser aprobada requiere de una licencia de importación de los insumos necesarios para su puesta en marcha.

El estado cubano ha reconocido la importancia del desarrollo del sector privado y la inversión extranjera para el crecimiento de la economía nacional. Aunque se precisa aún perfeccionar los mecanismos y procedimientos para facilitar los procesos, esto representa un paso de avance para el país, cuyos numerosos recursos aun por explotar atraen la atención de emprendedores nacionales y foráneos.

Por Maria Carla Álvarez

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