Vacaciones de Verano, un paseo con el calor y la austeridad

Por Richard Adnisel

Agosto debutó escaneando las temperaturas de Julio, que mantuvo el termómetro sobre los 33 grados celsius de promedio en Cuba, mientras el no menos caliente paquete de medidas restrictivas dispuestas por el gobierno en materia energética se bambolea como un péndulo de un extremo a otro de las expectativas de los cubanos.

Lo cierto es que el mes precedente transcurrió con relativa tranquilidad. Descontando las reducciones en los horarios laborales de algunos centros e instituciones y del cierre temporal de comedores obreros, como los momentos más sobresaliente del ajuste, no ha habido apagones en las zonas residenciales, ni tampoco afectaciones notables en la rutina de vida de la población.

El asunto parecía cobrar dimensiones de tragedia cuando el paquete restrictivo fue anunciado en la sesión de principios de julio del parlamento. Muchos se remontaron al conocido Periodo Especial que vivió la isla durante los años 90 del pasado siglo, con apagones de hasta 12 horas, disminución casi total del transporte público y una reducción drástica en el combustible de vehículos. Parecía una segunda temporada de una mala serie de televisión.

Pero hasta la fecha, los cambios han sido mínimos, sobre todo, si se toma en cuenta que julio y agosto son los meses de vacaciones escolares, en los que casi 4 millones de niños, adolescentes y adultos se disgregan por todo el país en busca de recreación y descanso, lo que tensa la capacidad de las instituciones de turismo y de servicio general y hasta los negocios por cuenta propia, que por estos días, paradójicamente, gozan de buena salud.

De hecho durante este verano los cubanos tienen algo más para disfrutar. Se trata de la trasmisión por radio y televisión de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Se informó que todas las actuaciones de los atletas cubanos serán trasmitidas por los medios, así como otras importantes competencias de ese trascendental evento de los músculos. Y se sabe que si de deportes se trata, los nacidos en esta isla caribeña tienen un gen más que los habilita para aprovechar y “vacilar” tales momentos.

De modo que las restricciones económicas no parece que ensombrecerán mucho el disfrute de las vacaciones de una buena parte de los cubanos. Si en este aspecto julio transcurrió decentemente, por qué pensar que agosto será diferente, afirman algunos con toda razón.

Pero ahora la pregunta es si trascurrido agosto, continuarán las restricciones en materia de ahorro de combustible. No hay manera de responder con certeza. Se dijo en algún momento que pudieran mantenerse hasta fin de año.

Los más optimistas apuestan a que en septiembre algunas de las medidas pudieran ser levantadas. De prevalecer este criterio, el país volvería a su ritmo de trabajo diario, no exento de austeridad, pero implementando una serie de políticas en materia económica y social con vista a renovarse y modernizar su aparato productivo, de cuya vitalidad, aún por desplegarse, está esperando toda la sociedad.