Una amplia representación de empresarios británicos ha viajado a Cuba para explorar nuevas posibilidades de negocios e inversiones en la isla caribeña. Y es que los empresarios del Reino Unido no quieren quedarse rezagados con respecto a inversores españoles y franceses con gran presencia en la isla.
“Estamos entusiasmados con ver las oportunidades de negocios, conocer los cambios introducidos por la nueva Constitución, y mantener las reuniones con nuestros socios cubanos, el Gobierno y las empresas estatales, para concretar algunos contratos” – aseguró a Prensa Latina el director administrativo de la Iniciativa Cuba, Chris Bennett.
La delegación británica la integran 28 representantes del sector empresarial, y estará encabezada por Lord David Triesman, copresidente de la entidad que desde 1995 se dedica a promover las relaciones comerciales independientes entre ambos países.
Al respecto, recordó que el trabajo desarrollado por la Iniciativa Cuba a lo largo de estos años ha redundado en la formación de varias empresas mixtas en el sector tabacalero, la introducción de los vuelos directos entre Londres y La Habana por parte de la aerolínea Virgin Atlantic, y en proyectos para la generación de electricidad a partir de la energía solar y la biomasa.
“Hemos tenido impactos importantes en los negocios bilaterales, pero creo que hay muchas oportunidades más, remarcó Bennett, quien resaltó el empeño de la Iniciativa Cuba en romper el bloqueo unilateral impuesto por Estados Unidos al país caribeño desde hace más de cinco décadas.”
El empresario criticó además la reciente activación por parte de Washington del título III de la ley Helms-Burton, que permite a los estadounidenses demandar a las compañías que invierten en propiedades nacionalizadas en Cuba después del triunfo de la Revolución de 1959.
“Como empresarios, siempre hemos dicho que el bloqueo de Estados Unidos ha sido un obstáculo para acercarnos más, y esta nueva medida tampoco es bienvenida para los inversionistas británicos”.
Con respecto a la ultimas amenazas lanzadas por la administración Trump a inversores extranjeros en la isla, Bennett aclaró, que el Reino Unido, al igual que la Unión Europea, cuenta con una legislación que protege a sus empresas del alcance extraterritorial de leyes aplicadas por terceros países.
Los sectores prioritarios para fomentar las inversiones y el comercio por esta delegación son, el turismo, la energía y minería, la biotecnología y la farmacéutica, las comunicaciones y las tecnologías de la información, y la agricultura.
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